- 7 septiembre, 2018
- Posted by: ANTONELLO LILLIU
- Categoría: Finanzas Personales

Esto es el producto de bastantes horas de reflexión y de conversaciones con familiares y amigos, amenizadas con algo de vino y comida.
Nuestra vida económica tiene siete etapas, que describo a continuación:
1) Dependencia Temprana: Dependemos totalmente de nuestros padres. Nuestra actividad económica es muy limitada, y se restringe a recibir regalos o a hacer trueques de nuestras pertenencias con nuestros compañeros.
2) Lucha por la Independencia: Comenzamos a tener necesidades que nuestros proveedores de la etapa anterior no están dispuestos a cubrir completamente. Es ahí cuando nos las ingeniamos para tener trabajos a tiempo parcial o a hacer pequeñas transacciones.
3) Independencia: Se inicia cuando llegamos a cubrir nuestras necesidades fundamentales. Está signada por la euforia de la independencia. Buena parte de nuestros ingresos está destinada a la juerga, a viajar y a la diversión. Nuestras necesidades crecen en la medida en que tenemos más ingresos. No miramos al futuro sino como una promesa de continuación de los buenos tiempos.
4) Asentamiento: Sea por efectos biológicos o sociales, comenzamos a entender que el futuro puede no ser tan risueño como lo pensábamos en la etapa anterior. Comenzamos a pensar y a actuar con seriedad respecto a nuestro futuro, y por ello buscamos mayores ingresos y comenzamos a ahorrar. En esta etapa hacemos nuestras primeras inversiones, usualmente bienes inmuebles y seguros de vida. También comenzamos a pensar en hacer crecer nuestro patrimonio, y en planificar el resto de nuestras vidas.
5) Interdependencia: Comenzamos a ser proveedores, y paralelamente nos enfocamos en hacer crecer nuestro patrimonio, sea por la vía de negocios propios o como inversionista (los negocios de otros). Continuamos con la planificación del resto de nuestras vidas y también nos preparamos para la siguiente etapa.
6) Disfrute: Dejamos de tener actividad productiva. Nuestra manutención depende de (a) la pensión que hayamos podido asegurar, (b) el rendimiento de nuestras inversiones y (c) la disminución de nuestro patrimonio. Nuestras necesidades van disminuyendo y nos dedicamos a disfrutar el producto de nuestros esfuerzos y a ser consejeros de nuestros futuros proveedores.
7) Dependencia Tardía: Dependemos totalmente de nuestros descendientes o cuidadores. Nuestra actividad económica es muy limitada, y se restringe a recibir regalos o a hacer transmisión de nuestro patrimonio, sea dando herencias o donaciones.
El inicio de cada etapa está relativamente bien definido, en tanto que la finalización de cada etapa es borrosa. Ejemplo: varios de mis amigos están ya en la sexta etapa, pero no han cerrado la tercera.
Por otra parte, estas etapas son difíciles de asociar con edades: hay gente que nace madura o son muy precoces y otros que no maduran ni en el horno.
Las etapas no necesariamente se cumplen en su totalidad o en orden, sea porque a veces nos “regresamos” o porque nunca llegamos a alguna de ellas.
Si este artículo te ha parecido interesante, puedes dejar un comentario en este blog, y por favor, contesta estas preguntas:
1. ¿En qué etapa crees que estás?
2. ¿A que edad iniciaste las etapas que ha tocado vivir?
Si estás en la cuarta, quinta o sexta etapa, tenemos servicios y cursos que te pueden interesar: contáctanos directamente